2017-07-15

LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE


El título de esta entrada parece indicarnos que vamos a contar una historia de terror o hablaremos sobre que pasará cuando muramos; la mayoría de los cristianos, mejor dicho, toda la comunidad de los hijos de Dios conoce la respuesta a este dilema.

Es decir conocemos nuestro glorioso destino pero también el trágico fin de aquellos que no aceptan el regalo divino de la salvación.

Pero en realidad el tema de esta entrada es: Como Dios nos proporciona vida, una que es abundante y que se inicia con su gracia.  No debemos morir para tener vida después de la muerte sino que en él presente de nuestras vidas, donde la gracia de Dios esta presente la vida.

Esto no lo digo basandomé en mis propios dichos, o en mi habilidad de lectura; sino que es una sentencia dicha y escrita en la palabra de Dios, anunciada por Cristo:

"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y creé al que me envió, tiene vida eterna ; y no vendrá a condenación más a pasado de muerte a vida"      Juan 5: 24

Estas son palabras muy conocidas y repetidas, pero ¿cuanto valor tienen en nuestra vida?, para todos deberian tener un valor infinito: ser un tesoro que, paradojicamente, no debe ser guardado para uno mismo, sino como Cristo entrego su vida por todos, exhibiendo su testimonio y su muerte ante todos para que creamos en él, debe ser compartido para que, como dice el versículo, todos (sin acepción de personas)  pasen de muerte a vida.

Se que algunos de los que lleguen a leer este texto (pensado para ellos), me van a decir: estoy vivo, camino, respiro, etc; se apegan al concepto físico de la vida, pero en la biblia también se habla sobre la vida espiritual y es aquí donde están muertos (como yo lo estuve), y en otra parte la Biblia  nos dice:

  " Y él (DIOS), os dio vida a vosotros cuando estabaís muertos en vuestros delitos y pecados. (...) Pero Dios que es rico en misericordia, por su gran amor con  que nos amó, aún estando muertos en pecados nos dio vida juntamente con Cristo"                               Efesios 2:1 , 4-5

Por esta razón, desde el preciso momento en que pasamos a ser hijos de Dios, aquellos que comprendieron el mensaje de Cristo y aceptaron su gracia, tenemos vida después de la muerte. 

Y esto sólo lo logramos por la Fe, no mediante experimentos (buenas acciones o normas religiosas  para probar si llegamos a obtener la entrada al cielo)  o buscando la fuente de la juventud para vivir eternamente sino a partir de creer y depositar nuestra Fe en Cristo:

"Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe  y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se glorié."                                              Efesios 2: 8-9

Para que todos los que leyeron este texto, sobre todo los que demoran su decisión, tengan cuidado, no hay nada más tonto que tener la medicina al alcance de la mano y dejarse morir. Porque durante el caminar por esta tierra, durante su vida física, muchas veces o al menos una van a tener el mensaje de Dios al alcance de la mano, van a poder pasar de muerte a vida, pero si ella termina se van a encontrar buscando consuelo a sus aflicciones y a las consecuencias de su pecado sin tener posibilidad de recibirlo:

" (...) pero ahora esté es consolado aquí, y tú atormentado. Además de esto una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros de manera que los que quisieren pasar de aquí vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá."                                                                            Lucas 16: 25b-26 

Aprovechen que hay tiempo, que tienen un momento en el que podrán recibir la salvación y la garantía del consuelo eterno; aprovecho y hago recuerdo a mis hermanos  de la fe esa promesa: Recibiremos consuelo por más aflicciones que suframos en está tierra porque Dios es fiel y su palabra se cumple hasta el más mínimo detalle.
   

2017-07-08

Llenos del Espíritu de Dios...


Esta entrada más que una reflexión, sera una forma de agradecimiento a Dios porque me permite ver tantas personas que al igual que Bezaleel y Aholiab utilizan sus talentos para dar gloria a Dios siendo de edificación para todo el cuerpo de Cristo.

Cuando en la Biblia se habla sobre estos dos grandes hombres de Dios, aunque aparecen pocas veces la palabra de Dios nos dice:

"Habló Jehová a Moíses, diciendo: Mir, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, Hijo de Ur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espiritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor. Y he aquí que yo he puesto con él a Ahoiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado (...) EXODO 31: 1-6


Estos dos, sin duda habrán sido increíbles, pensemos lo tenían sabiduría de lo alto para hacer lo que Dios les había mandado, seguramente lo disfrutaron con mucho gozo. Eran conscientes de que Dios los había liberado de la esclavitud en Egipto y estaban en camino a su hogar.

Dios les dio todo lo necesario para poder hacer una gran obra, y una sin precedentes: tenían la labor de preparar a detalle el lugar de encuentro con el Dios de Israel, que honra y que responsabilidad tan grandes pero lo hicieron, le dieron la posibilidad al pueblo de ver el lugar donde Dios iba a estar, levantaron un testimonio que los iba a acompañar y forjaron cada uno de los utensilios (juntamente con otros) de ese grandioso lugar.

Puede que ellos no hayan comprendido lo importante, lo simbólico, lo significativo y hasta educativo de sus obras de arte, de sus oficios, de sus conocimientos; pero nosotros sabemos que cada una de las cosas que hicieron refieren a las cualidades de Dios, a sus promesas y sobre todo a Jesucristo, como no los vamos a tener en cuenta.

Por eso esta en ocasión agradezco a todos aquellos que son como Bezaleel y Aholiab, que reconocen que sus talentos, sus habilidades, sus conocimientos para la gloria de Dios.

Entre todos ellos, tengo algunos que me marcaron muy profundamente: C. S Lewis, con las Crónicas de Narnía que trabajo con las palabras y que marco la vida espiritual de tantos, no solo con estos libros. Otros que los escucho y dan alegría a mi vida, pero sobre todo que sus letras son poesías que inspiran y te invitan a reflexionar sobre la fe que tenemos en Cristo: Papel Mache, si no has escuchado esta banda escucha la  recomiendo la canción "Peregrinos", un recorrido por el camino de la Fe, otro es Santiago Benavidez: sus canciones te llenan de vida pero te llevan a pensar , y recomiendo "Gracias por Pedro", al igual que todas sus canciones. 

Y tengo un grupo de amigos, que cada vez que hacen algo para Dios me sorprenden, no solamente porque tengan grandes talentos o sean sorprendentes, sino que cada vez que hacen algo, lo hacen para  Dios y ponen sus fuerzas, entusiasmo y tiempo para ese fin,  gracias Sembrando Esperanza porque me enseñan cada día como Dios usa los talentos y como el trabajo en equipo es de bendición en la vida de otros.

Este texto es en agradecimiento y también una forma de incentivar a todo aquel que escriba, cante, pinte, actué y otro talento lo use para Dios, para que así como Bezaleel y Aholiab contribuyeron a construir el lugar de encuentro con Dios usen sus dones para trabajar en el mayor tesoro de todos, en el mejor Diamante que hay en nuestras vidas: El reino de DIOS.

2017-07-01

CARROÑEROS ENTRE NOSOTROS

Me doy cuenta que en todas las entradas que escribí hasta ahora, he hablado de mis inicios en la vida cristiana, de mi identificación con Cristo, de mis buenas y malas rachas en el camino de la Fe pero jamas hable de cuando me sentí parte de la iglesia a la que asisto desde ese entonces.

Si se que cuando recibí a Cristo comencé a formar parte de la Iglesia, más que una identificación espiritual que tiene que ver con la posición que tengo dentro de la misma por ser hijo de Dios como todos los otros se trata de una identificación personal, de poder decir que me sentí parte en algún momento determinado de mi historia, porque en las iglesias locales sucede muchas veces como en las familias necesitas tener intimidad, conocerlos fuera y dentro del hogar.

Cada uno de nosotros comparte recuerdos con su familia, los cuales son buenos y otros son malos, también existen secretos familiares que solo  los miembros conocen y cuando llega un nuevo miembro, un cuñado por ejemplo, solo en el momento  en que se siente constantemente alrededor de la mesa y entienda todo lo que se esta hablando puede llegar  decir que lo hicieron a formar parte de la familia, y eso excede el momento en que tomo la posición de cuñado porque eso puede ser años antes o todavía puede faltar para que lo identifiquen como parte de la familia.

En  mi vida, y creo que en la de muchos cristianos, un momento crucial para ingresar a formar parte de la iglesia local son los campamentos: ese momento del año en el que si vas estas obligado a convivir con los hermanos, donde hay un alto y después para tu relación con ellos. Si es que decides continuar relacionándote con ellos porque ahí ves de todo y muchas veces lo que ves se aleja de lo que escuchas y has visto de ellos los domingos.

En un campamento ves quien es amigo de quien, observas como son en los juegos: sabes quienes son competitivos, quienes prefieren estar sentados y no jugar, etc. pero sobre todo eres testigo de aquello que después del campamento se hablara por meses, identificaras quienes dicen las cosas como pasaron y quienes distorsionan la verdad; tristemente compartir un campamento te hace ver también los problemas existentes entre los hermanos pero lo bueno es que ves quienes buscan avanzar en su relación con Dios y quienes vas solo por ir.

Para mí, el primer campamento es inolvidable porque ahí comencé a formar amistades que son de bendición cada día pese que ahora se encuentran lejos de donde escribo, ellos me ayudan a crecer pero aquellos pensé que eran mis amigos tenían una mala costumbre, siempre hablaban de los otros y no cosas buenas: eran y muchos siguen siendo carroñeros.

Estoy seguro  que también hablaban mal de mi: pero basta de recordar cosas que no vienen al caso por lo que mas que hablar sobre ellos voy a advertir a todos (eso me incluye a mi) que podemos ser carroñeros. Para los que no saben los carroñeros son animales que esperan encontrar animales muertos y alimentarse de ellos, y yo pienso que aquellos que hablan sobre las caídas de los demás, que esperan que alguien se equivoque para hablar con ellos tienen la misma costumbre y muchas veces, y lo digo con pesar, son los que alejan a personas de la palabra de Dios y de la oportunidad de ser parte de la iglesia.

En la Biblia hay varios versículos que me hacen pensar en eso:

Porque vosotros, hermanos a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servios por amos los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros. Digo pues: Andad en el Espíritu y no satisfagáis los deseos de la carne.                                                                Galatas 5: 13- 16

que sentencia severa es la parte subrayada del texto, yo me pregunte y es algo que creo que todos deberiamos preguntarnos constantemente: ¿ soy parte de los que muerden y comen a los hermanos de la iglesia?, ¿soy un carroñero de los hermanos de la fe?, me hubiera gustado responder que no pero la verdad que dudo que en algún momento no lo haya hecho, que en algun momento no haya cambiado el alimento espiritual por la carne de mis hermanos ( da miedo solo escribirlo, cuanto más sera si llegó a reconocerme como tal), pero eso es porque alimentamos a la carne por eso el pasaje continua:

Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley, y manifiestas son las obras de la carne (....)                                                         Galatas 5:17- 19a

por lo que si andamos bajo el Espíritu, es decir guiados por Dios si nos identificamos como carroñeros, por más dolorosa sea la identificación, es para que dejemos de serlo para cambiar nuestras actitudes y sea el Fruto del Espíritu lo que se manifieste en beneficio de los otros y podamos dar gloria a Dios. Si esto es así dejaremos de ser carroñeros y nos transformaremos en aquellos que responden ante la necesidad de los hermanos y los levantamos, animamos, fortalecemos para que continúen en la fe, es decir cumplimos con: 

HERMANOS; SI ALGUNO FUERE SORPRENDIDO EN ALGUNA FALTA, VOSOTROS QUE SOIS ESPIRITUALES, RESTAURAD LE CON ESPÍRITU DE MANSEDUMBRE, CONSIDERÁNDOTE A TI MISMO, NO SEA QUE TÚ TAMBIÉN SEAS TENTADO
                                                                                          GALATAS 6: 1