En los tiempos que corren necesitamos a personas que tengan la fe de Jairo, que busquen a Jesús y pidan por sus seres queridos.
Nos encontramos en tiempos donde todos hacen lo que bien les parece y nos confiamos de que podemos hacer lo que sea sin sufrir las consecuencias y sin prestar atención a lo que pasa alrededor.
Considero que así como Jairo tenia un muerto en su casa, su hija, hay muchos cristianos que tienen familiares, amigos y otros seres cercanos que no se han encontrado con Cristo y que se niegan a escuchar o entender razones porque tienen el entendimiento entenebrecido y consideran que están bien pero en realidad son muertos que caminan aun destino mas trágico que pasarse la vida aburriéndose como muchas veces nos dicen.
Así como Jairo no son los únicos que están alrededor de esas personas, hay muchos otros pero tristemente para ellos muchos son casos perdidos, aunque dicen que no hacen acepción de personas que saben que Dios salva a todos y ama a todos pero al mismo tiempo te dicen deja de pensar en ellos, deja de orar por el o ella y ocúpate en los que se acercan a la iglesia de los que buscan a Dios.
Por eso Jesús mando a callar y sacó a todos de la casa pero deja al padre y a la madre junto con los discípulos dentro porque reconoció su fe y quería fortalecerla por eso les permitió escuchar esas hermosas palabras: TALITA CUMI
Dios escucha nuestras oraciones y ama a toda la humanidad, disfruta sacando un alma de las cadenas del pecado y dándole libertad para vivir una vida en comunión con el, uno de los mayores gestos de amor que podemos realizar como cristianos es interceder por todos los no creyentes a nuestro alrededor sobre todo por los que tenemos afecto o son familiares nuestros.
Cristo se acercara a ellos en el momento que el considere, por mas que todos a nuestro alrededor hayan perdido la esperanza para esas vidas, y le dirá en el oído: te he amado eternamente, entregue a mi hijo en la cruz para que pague la condena de tu pecado y pases de muerte a vida, levántate y disfruta una vida nueva.
No dejemos de orar por aquellos que todavía no conocen a Cristo y cuando menos lo esperamos pasaran de muerte a vida, podremos ver la gracia de Dios actuando en una vida, reforzando la fe que depositamos en Cristo.
