2017-11-03

ENCUENTROS CASUALES TRASCENDENTES


Mientras leo una novela que habla sobre un mochilero que viaja por el norte argentino y que pasa a Bolivia me encuentro con una frase que se contrapone totalmente con un hecho que se narra en la biblia,  me hace pensar en cuan contradictoria es la forma de pensar que tenemos los seres humanos a la de Dios.

La frase de la novela es la siguiente:

A decir verdad, nadie viaja solo. Nadie viaja realmente solo. En los diferentes destinos uno se cruza, quiera o no, con muchas personas que forman parte de la travesía. Relaciones espontáneas, casuales, que casi nunca perduran en la vuelta a la rutina, y cuando lo hacen se pierden en la intrascendencia. (Beladrich, 2008: 19) 

Si   leemos con atención vemos que quien habla esta  reflexionando sobre el viaje;  un viaje que el narrador realiza solo porque no lo organiza con amigos pero no porque nunca se encuentra con alguien sino que constantemente se cruza con personas distintas que el considera que se pierden en la nada, que no dejan una marca en él.

Y es eso lo que no me cierra, no porque no sea verdad porque todos sabemos que las "amistades" que hacemos en un viaje durante las vacaciones se terminan perdiendo, en muchos casos llegan a ser contactos en facebook y nada más, pero esa forma de pensar puede afectar a un cristiano, puede llegar a ser peligrosa para su fe, viendo la historia de Felipe y el etíope vemos cuan profundo y trascendente puede ser un encuentro casual, veo que pensarlos como solo cosas que se lleva el viento niega la posibilidad de que un encuentro sea usado por Dios.

Veamos como empieza el relato bíblico:

"Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levanto y fue. Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar." Hechos 8: 26-27

El ángel le dice que viaje a Felipe que se desplace de un lugar a otro pero nunca le dice el objetivo y Felipe le obedece sin dudarlo, sabía que había un propósito y fue, solo que no sabia que era para predicar a un etíope.   Para Felipe fue un encuentro que casual, algo inesperado pero que fue trascendente para la vida del etíope porque conoció la verdad de Cristo y paso de muerte a vida.

Fue mucho más inesperado para el etíope que jamás se imaginaria que iba a comprender la profecía que leía mientras se encontraba en viaje, y tampoco sabía cuanto iba a cambiar su vida desde ese momento. Creo que como seres humanos no prestamos la debida atención a las casualidades, consideramos que son prescindibles que podemos volver a vivir algo parecido.

En los planes de Dios las casualidades no existen sino que el tiene el control absoluto y un propósito para los acontecimientos grandes como también para los pequeños, por eso como cristianos no debemos desestimas ningún encuentro con la gente por más corto que sea porque solo con un instante podemos ser de testimonio y esa persona buscara la verdad porque Dios usara la luz que irradia en tu vida para que esa persona conozca la verdad.

Hagamos de las casualidades oportunidades para ser de bendición a los demás, porque Dios preparo muchas buenas obras para sus hijos y estas en los pequeños como grandes detalles.

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